Buenos días amig @ s .

Feliz martes

Creo que debemos dedicar un tiempo a nosotros "a solas" cada día.

Un tiempo sin móvil, radio, TV ... Un tiempo de permanecer en silencio, entrar en conexión con el JEFE, con nosotros mismos, alimentar nuestros valores, cargarnos de energía.

El fruto del silencio es la oración. La oración por excelencia es la que nos enseñó el JEFE: EL PADRE NUESTRO.

Esta oración, consta de: 

Una invocación: Padre nuestro que estás en los cielos.

Y siete peticiones:

1- Santificado sea tu nombre.

2- Venga a nosotros tu reino.

3- Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.

4- Canos hoy nuestro pan de cada día.

5- Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.

6- No nos dejemos caer en la tentación.

7- Y líbranos del mal.

Cuánto pedimos a él, se cumplirá si lo hacemos con FE.

Un abrazo.

El presidente.

Buenos días amig @ s .

Seremos valorados por nuestras relaciones con las personas, por el fraternalmente compartir.

En cada una de las personas que se acercan a nosotros, en demanda de ayuda, está el JEFE.

No podemos seguirle, si no amamos, si no somos amables y generosos, si no perdonamos a todos con los que nos relacionamos: necesitados, hambrientos, forasteros ...

Al final nos juzgarán por las obras de amor y servicio.

Feliz inicio de semana.

Un abrazo.

El presidente.

Buenos días amig@s.

Os deseo un feliz jueves.

Si queremos seguir al JEFE, tenemos que conocer su biografía. Está en el Nuevo Testamento.

Ahí, conoceremos su vida y sus palabras con un mensaje de amor y de esperanza.

Ello nos llevará a amar como ÉL amó. Creer en las personas como ËL creyó. Perdonar como ÉL perdonó.

Descubriremos que conocerle y seguirle nos hace libres.

Un abrazo.

El Presidente.

Buenos días amig@s.

¡ Cuánto valoramos la imagen y la apariencia !, somos esclavos de esta cultura, que es la que predomina en la sociedad.

Actuamos como queremos que los demás nos vean, no como en realidad somos.

Empieza el tiempo de Cuaresma, creo que, un tiempo en el que debemos pensar lo que aún debemos cambiar en nosotros.

Parte de nuestro corazón todavía es de piedra y debemos pedir AYUDA, para que esa parte petrica se vaya transformando en carne.

Hay mucha "esclavitud" de todo tipo en nosotros, que sólo cada uno de nosotros entendemos porque está en nuestro interior.

La conversión debe ser un camino sin retorno. No vale con un simple cambio de opinión, debe hacerse desde la convicción, la oración entendida como un diálogo con el JEFE.

La conversión, (y no me refiero sólo en sentido religioso o espiritual), no se alcanza mediante un simple cambio de opinión o de buenas intenciones.

La reflexión, el convencimiento, la oración, nos lleva a ese cambio personal, que tanto anhelamos y que casi siempre se queda a medio camino.

Feliz miércoles.

Un abrazo.

El Presidente.